miércoles, 12 de enero de 2011

Pentápodo

Desventurados aquellos que viven los sueños de otros sin reconocer los propios.
Aquellos inútiles a quienes sus ancestros inmediatos,
culpables de todas sus patologías,
prometieron un mundo fútil,
lleno de beneficios instantáneos y calmadores de ansiedades
con casas de colores y vidas de arcoiris.
A esos que les dijeron que hagan lo correcto,
no que hagan lo que desean,
a aquellos que prefieren ser igual al vecino,
que se conforman con ser un número más, porque es más fácil.
Aquellos que dicen estar tranquilos y felices…
¡Qué fácil es mentirse a vosotros mismos!
Yo prefiero estar muerto antes que tranquilo.
y no quiero estar feliz, quiero serlo.

Pobres aquellos a los que les prometieron
que el mantenerse dentro de los límites de la cédula los llevará a la felicidad eterna,
a los que les obligaron a rezar de memoria,
a los que buscan a Dios en el lugar equivocado,
a los que justifican sus dolores jodiendo la vida de otros
porque la frustración compartida sabe mejor.
Que ese mismo Dios extraviado ampare
a los que llegan a casa y no saben dónde han estado durante toda su vida,
a los que creen haber escogido un forma de vivir,
que luego no reconocen como suya.
Los que lloran en silencio, tragan sus lágrimas y prefieren seguir latiendo la vida de otros.

A aquellos que esperan a que la vida les dé algo,
que no buscan la verdad más allá del humo,
aquellos que siguen el orden cronológico de las cosas,
aquellos que sienten que el mundo les debe,
aquellos que esperan el siguiente paso
o a que alguien más
dé el siguiente paso.
Esos que no se lanzan al agua,
a esos los desprecio, esos me dan pena.
Pena habrá también, por los que después de luchar media vida
por vivir el sueño de otro,
descubran una frustración enorme y no entiendan
porqué, si han logrado obtener todo lo que les exigieron,
no encuentran la felicidad prometida,
por qué si fueron buenos y buenas,
correctos y correctas,
no están felices.
Y desesperados
y cobardes culpan al que la acepta en silencio…
¡Oh Dios! ¿Acaso no me escuchaste?
Ojalá por sus propios medios despierten
a que la vida está en ser lo que uno quiera ser,
no en lo que...
…ya lo sabes.
Ojalá y no se den cuenta muy tarde,
de que están frustrados porque se esforzaron tanto por complacer a todos
menos a ellos mismos
y que fueron calmando ansiedades en lugar de buscar el bienestar.
Siento una pena hasta las lágrimas por aquellos que no están conscientes de lo que son.
Porque no saber quién eres o hacia donde vas, es la peor desdicha del ser humano.

Yo estuve ahí,
todos estuvimos ahí
y algunos pudimos saltar a tiempo del vagón.
Yo sigo ahí. Mea culpa. Sigo, sí, yo sigo ahí.
Y lucho cada día, como el adicto, por salir
Pobre hijo aquel que vive tratando de borrar las frustraciones de su padre,
porque volverán multiplicadas por mil.
Pobre hija que abandona el ser mujer para convertirse en madre
y luego, si le da tiempo, en esposa
porque así lo hizo a su vez la suya.
¿Cuándo habrá tiempo de ser mujer?
Pobre mujer porque nunca será plena…
Pobres los que no entienden que el ser humano debe vivir excitado.
Pobres todos cuando caemos en ese túnel de mutación.
Pobres los hombres cuando nos toque ser dispensadores de dinero y semen,
aseguradores de supervivencia y continuidad de un apellido.
Cuando se evaporen los sueños, ¿qué nos quedará?

Vivir sin pasión…
Cómo aborrezco a los que viven sin pasión.
Compadezco a aquellos que reniegan del regalo que Dios les dio
y no son dueños de sus vidas.
A aquellos que le entregan las llaves a otros por comodidad
y después no saben cómo explicar sus fracasos.
¡Complícate, sí complícate!
Busca el camino más largo y arduo; la satisfacción será mayor al final.
No vivas sin pasiones,
no camines por las calles,
respirando,
tan sólo respirando,
respirando.
Busca el verdadero amor, no el correcto, sino el auténtico.
Encuentra tu pasión en los ojos de la mujer que amas,
y sé al mismo tiempo la pasión que ella necesita en su vida.
Sé la pasión que él necesita en su vida
y encuentra tu pasión en los ojos del hombre que amas.
Vive, la vida siempre va a ser corta.
Bebe vino y haz el amor.
Pero a veces, detente a afilar el hacha. Detente a pensar.
Sé humilde,
experimenta el delicioso placer de sentirse un idiota al lado de alguien realmente inteligente.
Ten la sabiduría de aceptarlo.
Siéntete poderoso sin necesidad de usar la fuerza.
Ten una casa llena de libros.
Ten una cabeza rebosante de sueños.
Baila con la música, con la alegría del pájaro cuando bate sus alas.
No seas como aquellos que estornudan sólo dos veces y les hace falta el amor.
Agradece a Dios cada día por la emoción,
por el placer de estar vivo
y ama,
ama,
ama como si hubiese más amor que aire.
Pasión, pasión, pasión.
Amor.

4 comentarios:

  1. Excelente, me he sentido bestia con algunos más inteligentes, he amado verdaderamente demasiadas veces al equivocado, aún no sé quien soy y a veces cuando llego a casa solo sé que he estado en la eme y que sigo ahí, pero sigo caminando haciendo limonada y tratando de encontrar el azúcar.

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  2. Después de leerlo me doy cuenta que mi vida ha sido un hacer lo debido y no aquello que deseaba.
    Voy a solicitar que cierren este blog Pentapodo tiene la crudeza que suelen tener las verdades.
    Sobretodo si no queda nada por hacer.

    Andate a la M!

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  3. Por si no te queda claro.
    Soy de esas que se la paso dando gusto. Alegrando a la Mama para que la puedan seguir recibiendo en la Iglesia, agradando al Papa para que pueda ser productivo. Pero ya en mis 40 que se vienen en un mes, el cuerpo ya no resiste la negacion y protesta.
    No he dormido pensando en tu Pentapodo y toda la noche teniendo pesadillas con asuntos negados del pasado.

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  4. Me alegro mucho, y a la vez, me da pena Rossana.
    Pero al menos estás consciente y eso es lo importante.

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